¿Es bueno posponer la alarma cada 5 minutos?
Según un estudio publicado por la revista Journal of Slee Research retrasar la alarma hasta tres veces durante 30 minutos no solo tendría efectos sobre el tiempo total de sueño, sino que reduciría la inercia del mismo.
Los participantes en el estudio que utilizaron la función «snooze» mostraron un mejor rendimiento recién levantados en varias funciones cognitivas, como la velocidad aritmética o la memoria episódica.
Nuestro cerebro descansa en ciclos de 45 minutos, por ejemplo; un ciclo dura 90 minutos.
Cuando le damos a posponer la alarma, nuestro cerebro comienza de nuevo un ciclo de sueño, lo que significa que a los cinco minutos que vuelve a sonar la alarma, hemos interrumpido el ciclo de sueño de nuestro cerebro y nos despertamos más cansados que la primera vez que suenó el despertador.
Esto se llama sueño fragmentado. Hacerlo varias veces puede conllevar que nos pasemos el resto del día cansados incluso levantándonos tarde y durmiendo muchas horas, por lo que seguramente lleguemos tarde a nuestro destino y lleguemos más cansados de lo que deberíamos estar. Algunas de las consecuencias que puede provocar el posponer la alarma e interrumpir constantemente el ciclo de sueño de nuestro cerebro son: cansancio, mal humor, somnolencia, bajo rendimiento.
Información de Agencia.