Asnoldo Devonish: El zuliano que dio la primera medalla a Venezuela en los Olímpicos
Orgullo para el estado Zulia, el atleta venezolano que logró la notable hazaña de ganar la Primera medalla olímpica para Venezuela: el grande Asnoldo Devonish.
Nació en El Saladillo el 15 de junio de 1932. Es conocido por conseguir una Medalla de Bronce en la final de triple salto masculino en los Juegos Olímpicos de verano de 1952, en Helsinki, saltando unos impresionantes 15 metros y 52 centímetros.
Desde pequeño se vio rodeado de un ambiente deportivo, ya que su tío, José Encarnación «Pachencho» Romero, también era un destacado atleta. Su pasión por el deporte lo llevó a participar en los Juegos Shell de 1948, donde fue reconocido como el mejor atleta de la competencia.
Este triunfo lo impulsó a formar parte de la delegación venezolana, para los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952.
Con apenas 20 años, Devonish se presentó en la pista olímpica de Helsinki, para competir en el triple salto. Con un salto de 15 metros y 52 centímetros logró conquistar la Medalla de Bronce, convirtiéndose en el primer venezolano en obtener una presea olímpica.
Más allá de la medalla en sí, el logro de Devonish marcó un antes y un después para el deporte venezolano.
Su logro no solo marcó un momento significativo en la historia del deporte venezolano, sino que sirvió de inspiración para generaciones de atletas venideros. Allanó el camino para los futuros medallistas olímpicos venezolanos.
Tras su retiro del atletismo competitivo, a los 31 años, Devonish se dedicó a cargos administrativos en la dirigencia deportiva nacional e internacional. También fungió como asesor en la organización de diversos juegos deportivos, como los Bolivarianos, Centroamericanos y del Caribe, Suramericanos y Panamericanos.
Lamentablemente, el 1 de enero de 1997, Asnoldo Devonish falleció en Caracas a la edad de 64 años, víctima del cáncer. Su legado, sin embargo, sigue vivo en la memoria del pueblo venezolano y en la historia del deporte nacional.
El Estadio Olímpico de Maracaibo lleva su nombre en honor a su destacada trayectoria. En 2007 fue exaltado al Salón de la Fama del Deporte Venezolano.
Su historia nos recuerda que con dedicación, esfuerzo y pasión podemos alcanzar grandes metas y dejar una huella imborrable en el mundo.