Jenni Hermoso declara ante Fiscalía y dice que ha vivido un «infierno» tras el polémico beso de Rubiales

Jenni Hermoso declaró este lunes ante Fiscalía por el polémico beso que le dio Luis Rubiales. Allí contó que vivió un «infierno», tras el hecho.Los episodios de presiones sobre Jenni Hermoso vivieron su apogeo en Ibiza, pocos días después de que terminara el Mundial y con las futbolistas de la selección disfrutando de una merecida celebración.Allí, solo llegar, arrancan las insistencias por parte de los siguientes miembros de la Federación que estaban del lado de Luis Rubiales: Rubén Rivera, director de Marketing de la Federación, Miguel García Caba, director de Integridad, y Albert Luque, director deportivo. Todos ellos intentan convencer a Jenni y, cuando no pueden, alguno recurre a la amenaza.«Nos fuimos a Ibiza. Según llego, con Rubén, director de Marketing de la Federación, me pasa su teléfono y Miguel García, que era el de Integridad de la federación, me comenta que tengo que hacer un Zoom inmediatamente para decir la verdad, lo que ha pasado, que el beso ha sido una tontería y que ya está. Le pregunto si estoy obligada, y me dice que ‘sí, lo hemos hecho y lo haremos con otras personas. Esto va en el protocolo de la Federación. Es un momento’. Le digo que no sé de que me está hablando y que tengo que hablar con mis agentes para ver como tengo que proceder. Le dije que le pasaba el contacto de mi agencia pero que no tengo batería. Rubén seguía a mi lado, le digo que ya está, que ya se lo mandaré y Rubén coge el teléfono y me dice que me lo carga. A los 5 minutos vuelve y me dice si me da ya el teléfono. Le digo que me deje tranquila, acababa de llegar a Ibiza, con dos días sin dormir. Le dijo que deje el teléfono».«Me enfadaba hasta con mi amiga. Estaban usando a mi familia delante de mi. Lo estaba viendo. Hablaron con Albert durante mucho tiempo, le dije que ni me lo contara. Él quería hablar conmigo por la confianza que teníamos, que él me había hecho muchos favores, de una entrada para una fiesta. No tenía nada que ver. Ella ni me lo dijo, a día de hoy toda la conversación entera no la sé. Que intentara convencerme, que no era para que yo hiciera algo, no se qué exactamente».Jenni tuvo que justificarse por su actitud en las celebraciones, en las que los vídeos demuestran que no parecía tan afectada: «En ese momento la mitad no había visto ni las imágenes nos sabía que había pasado. En el momento de la euforia empezaron con las gracias, no me sentí cómoda. Era algo que había pasado y aunque yo quería evadir un poco para que ellas no se preocuparan… En ese momento que estamos en el autobús estaba un poco más nerviosa. La situación había sido conmigo. Eso estaba dando la vuelta a todo el mundo. Podría haberme puesto a llorar en una esquina pero no podía romper el momento. Era el momento de celebrarlo».Mundo Deportivo

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