FMI actualiza proyecciones: PIB de Venezuela crecerá 3% en 2024 y 2025 con elevada inflación
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un crecimiento modesto 3% del Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela en 2024, una variación que será similar en 2025, de manera que el organismo multilateral redujo su perspectiva de expansión para este año en comparación con sus proyecciones anteriores, pero mantuvo la que corresponde al próximo año.
En la actualización de su Informe de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés) dada a conocer este martes 22 de octubre, el FMI ubica las expectativas de crecimiento en Venezuela sobre el promedio esperado para América Latina y el Caribe que, en 2024, se ubica en 2,1%, mientras que en 2025 mejoraría hasta 2,5%.
En una perspectiva más detallada, el comportamiento esperado de la economía venezolana para este ejercicio anual y el próximo va en línea con las tendencias generales de la región. De hecho, el eje Estados Unidos, México, Canadá y Puerto Rico tendría un crecimiento de 2.5% en 2024 y 2,1% en 2025.
En Suramérica, Venezuela luce como uno de los países con mayor crecimiento, ya que esta subregión, según los datos del FMI, debería consolidar una expansión del PIB de 1,8% este año y 2,5% en el próximo.
El país, en cambio, luce rezagado frente a los promedios de América Central y el Caribe. La primera de estas subregiones crecería 3,8% tanto en 2024 como en 2025, mientras las naciones caribeñas promediarían expansiones de 11,9% este año y 5,5% en el que viene.
El organismo multilateral estima que el PIB venezolano sería equivalente a 106.327 millones de dólares este año y llegaría a 109.957 millones en 2025. El Producto Interno Bruto venezolano ajustado por paridad de poder de compra sería equivalente al 0,14% del PIB global.
Inflación elevada
Por otra parte, el FMI espera que la inflación promedio anual en Venezuela cierre con una variación de 59,61% en 2024, con un incremento importante en 2025 cuando el aumento del índice de precios se estima en 71,65%.
Pero cuando el ente multilateral proyecta la inflación interanual, prevé un comportamiento estable de los precios en 2024 y 2025, con variaciones -efectivamente elevadas- de 60,03% y 60,10%, respectivamente.
En todo caso, lo que queda claro es que Venezuela sigue siendo uno de los países más inflacionarios de la región, solo superado por Argentina que, en 2024, cerraría con un aumento de su índice de precios de 229,8%, según el multilateral.
No obstante, Venezuela recuperaría la primera posición en el ranking de inflación continental en 2025, ya que el Fondo Monetario Internacional prevé que la tasa de inflación en Argentina se reduzca drásticamente a 62,7%, 9 puntos por debajo de la que se espera para nuestro país.
La balanza de pagos
El FMI prevé, en su más reciente Informe de Perspectivas Económicas Mundiales que las importaciones de bienes y servicios de Venezuela aumenten 8,05% en 2024 y 6,48% en 2025, mientras que las exportaciones se incrementen en 11,01% este año y que se desaceleren contundentemente en el próximo con una mínima expansión de 0,61%.
Venezuela mantiene un saldo positivo en su cuenta corriente de la balanza de pagos, según la data del Fondo Monetario en Internacional.
En 2024, este saldo será de 4.344 millones de dólares equivalente a 2,09% del Producto Interno Bruto (PIB), al tiempo que en 2025 descendería a 3.682 millones de dólares, que representarían 3,35% del producto.
El FMI no tiene los mecanismos para actualizar otras cifras importantes, como la tasa de desempleo.
De hecho, el ente multilateral señala que «la proyección de las perspectivas económicas, incluida la evaluación de años anteriores y del presente, utilizada como base para las proyecciones, se ve afectada por la falta de interacción con las autoridades (la consulta más reciente según el Artículo IV tuvo lugar en 2004)».
«Tras algunas actualizaciones metodológicas para lograr un PIB nominal más robusto, los datos históricos y los indicadores expresados como porcentaje del PIB se han revisado a partir de 2012.
Para la mayoría de los indicadores, los datos para 2018-22 son estimaciones del personal del FMI».
«Los efectos de la hiperinflación y la escasez de datos notificados hacen que los indicadores macroeconómicos proyectados por el personal del FMI deban interpretarse con cautela. Estas proyecciones están rodeadas de una gran incertidumbre», concluye el reporte.
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