Estudio: Jóvenes tienen alto interés en ingresar a las universidades en Venezuela
El descrecimiento en la matricula estudiantil, en el ámbito de la educación superior, es una situación compleja que ha afectado a las universidades del país y que, según explicó la profesora Zuly Mora, del Observatorio de Educación de la ONG Fundaredes, afectaría el desarrollo económico y social de la nación a largo plazo
En 2019, los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) revelaron que las universidades del país solo contaban con una matrícula de 775 mil estudiantes, es decir, el 24,7% de los más de tres millones de jóvenes entre 18 y 24 años que había en Venezuela.
¿Juventud en disposición de estudiar en universidades?
Datos del Observatorio de Empleabilidad y Procesos Formativos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) ofrecen un panorama reciente de cómo los jóvenes en edad de ingresar a casas de estudios superiores valoran realmente esta posibilidad.
En ese sentido, el psicólogo e investigador Gabriel Wald, quien está al frente de este observatorio, detalló que los resultados de una consulta reciente entre jóvenes de 17 y 18 años cursantes de bachillerato en el ámbito de los colegios privados, bien sea subsidiados o de alto nivel económico.
Uno de los principales resultados es que el 50% de los jóvenes con edad promedio entre 17 y 18 tienen entre sus aspiraciones ingresar a universidades para hacer una carrera. También, un 12% aspira estudiar carreras cortas de uno a tres años, técnicos medios, técnicos superiores.
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«Lo que ha cambiado sustantivamente los últimos 7 años en Venezuela es que hay menos interés por hacer carreras largas y mayor interés por hacer cursos cortos, digamos por una formación que nosotros llamamos autorregulada, es decir, donde la persona en función de herramientas específicas que necesita se va haciendo de de oficios y disciplinas por medio de diplomados, cursos de fin de semana, cursos en línea”, explicó el investigador.
En ese orden de ideas, desde el Observatorio de Empleabilidad y Procesos Formativos indican que se trata de un fenómeno interesante sobre las perspectivas que los jóvenes tienen hacia el futuro y la educación superior asumiendo una actitud contraintuitiva. «Es decir, en la medida en la que los jóvenes pertenecen a un nivel socio económico más alto no necesariamente tiene más inclinación por carreras largas», dijo Wald.
Interés por el comercio y el emprendimiento
Al respecto, añadió que se inclinan o empiezan a pensar que el futuro profesional podrán labrarlo por sí mismos, de forma autorregulada, accediendo a cursos y materializándolos a través de emprendimientos: «consideran que hay falta de oferta académica para lo que ellos quisieran hacer».
«Los niveles socioeconómicos medios y altos no son los que tienen más inclinación por el comercio y el emprendimiento. Eso nos dibuja a un joven que está pensando en estudiar cosas cortas, de disciplinas distintas y está pensando en emigrar», resaltó.
En los sectores más humildes de estratos C y D, indicó Wald, los jóvenes están más inclinados a culminar el bachillerato y obtener un empleo, pero también son quienes tienen más inclinaciones a estudiar carreras profesionales largas.
En los últimos 9 años, ha habido una contracción de los jóvenes que asisten a la educación superior, la cual ronda entre 30% y el 40%. Esto, según el estudio, podría deberse a que consideran que hay pocas o insuficientes ofertas para formarse en lo que ellos quieren, o que los inclina a armarse su propio proyecto formativo, por lo que el interés por las carreras universitarias tradicionales ha mermado.
Fuente: Banca y Negocios