En Año Nuevo, el Papa pide un compromiso firme para respetar la vida humana

Con motivo de la fiesta de María, Madre de Dios, y del inicio del nuevo año, el Papa Francisco renovó su llamamiento a un “compromiso firme” para respetar toda vida humana en el mundo.

“Que aprendamos a cuidar de toda criatura nacida de una mujer, sobre todo protegiendo el don precioso de la vida, como lo hizo María: la vida en el vientre materno, la vida de los niños, la de aquellos que sufren, la vida de los pobres, la vida de los ancianos, la de quienes están solos, la de los moribundos”, dijo el Santo Padre en su homilía durante la Misa en la Basílica de San Pedro el 1 de enero.

“Todos estamos llamados a aceptar esta invitación que brota del corazón materno de María: proteger la vida, hacernos cargo de la vida herida — hay tanta vida herida –, dignificar la vida de cada ‘nacido de mujer‘” porque es la base para construir una cultura de paz, dijo, destacando que la fiesta marca también la Jornada Mundial de la Paz.

El mensaje del Papa para la Jornada Mundial de la Paz se publicó en diciembre y los embajadores del Vaticano lo transmiten a los jefes de Estado de todo el mundo. En él, el Papa Francisco pide a todas las naciones que eliminen la pena de muerte, que destinen un porcentaje fijo del gasto en armamento a un fondo mundial para luchar contra el hambre y el cambio climático, que cancelen la deuda internacional de las naciones en desarrollo y que respeten la vida humana.

Tras rezar el Ángelus en la Plaza de San Pedro después de la Misa, el Papa instó a los líderes de los países con raíces y tradiciones cristianas “a dar buen ejemplo cancelando o reduciendo en la medida de lo posible las deudas de los países más pobres”. El Año Jubilar se centra en “saldar las deudas” y también nos pide que traduzcamos este perdón “a nivel social, para que ninguna persona, ninguna familia, ningún pueblo sea aplastado por las deudas”.

También expresó su “agradecimiento a todos aquellos que en muchas zonas de conflicto trabajan por el diálogo y las negociaciones. Rezamos para que cesen los combates en todos los frentes y se apueste decididamente por la paz y la reconciliación”.

Mientras que el Papa Francisco presidió la liturgia de la mañana y pronunció la homilía, el cardenal Pietro Parolin, secretario de estado del Vaticano, fue el celebrante principal en el altar. Le acompañaron el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, y el arzobispo Paul Gallagher, ministro de Asuntos Exteriores del Vaticano.

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