Día de la Inmaculada Concepción: qué significa y por qué se celebra cada 8 de diciembre

El 8 de diciembre se celebra el Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, un feriado nacional en muchos países que rinde homenaje a esta figura central del cristianismo. La fecha reúne a creyentes de todo el mundo en actos culturales y ceremonias religiosas que destacan la importancia de esta devoción.

Además de las festividades litúrgicas, esta jornada marca una tradición especial en los hogares: la decoración del árbol de Navidad, simbolizando el inicio de la temporada navideña. Una costumbre que fusiona la espiritualidad y la alegría familiar en un día cargado de significado.

En la basílica de San Pedro, en Roma, se sostuvo que: «Declaramos que la doctrina que dice que María fue concebida sin pecado original es doctrina revelada por Dios y que a todos obliga a creerla como dogma de fe».

«La bienaventurada Virgen María fue preservada, inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano», manifiesta la carta apostólica (Ineffabilis Deus) del papa donde declara el dogma.

La festividad tiene sus comienzos en España, cuando en el año 1644 los católicos decidieron celebrar el Día de la Inmaculada Concepción para rememorar lo sucedido en la Batalla de Empel.

Sin embargo, esta tradición se materializó en el año 1854, cuando le pidieron al papa Pío IX que declarara un dogma a la Inmaculada. La fecha fue instituida por el Vaticano en ese año.

La fecha elegida se debe a un calculo matemático, donde restaron el nacimiento de la Virgen, un 8 de septiembre, hasta obtener la fecha en la que fue concebida por sus padres Ana y Joaquín, dando como resultado el 8 de diciembre.

Con información de Clarín

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