Plaza Bolívar de Maracaibo

La Plaza Bolívar de Maracaibo fue llamada en los inicios Plaza Mayor, siguiendo las pautas coloniales. Esta plaza es el centro del núcleo fundacional de la ciudad colonial, siendo testigo de siglos de transformaciones y celebraciones. Un espacio público que ha sido el epicentro de la vida cívica y social de Maracaibo.

Toda ciudad fundada por los españoles debía tener una plaza mayor según las leyes de Indias, que era el centro de la población y a su alrededor se asentaban los principales edificios públicos del gobierno y el clero. Esta plaza también se llamó de San Sebastián, por ser el Patrono de Maracaibo. Después de la Independencia, se colocó en ella una pirámide con los nombres de los participantes en la intentona revolucionaria de la Escuela de Cristo y por ello a la plaza se le dio el nombre de plaza de la Pirámide.

Foto: Acervo Histórico del Zulia

A mediados del siglo XIX, en 1867, de acuerdo con la gente de la comunidad, el general Jorge Sutherland mandó a demoler la pirámide y fabricó una columna donde se colocó una estatua del Libertador, escultura considera como el primer monumento erigido al padre de la patria en un espacio público de Maracaibo, pero por ser imperfecta debió retirarse.

A lo largo de los años, la plaza ha experimentado varias transformaciones. En 1873, Venancio Pulgar encargó al artista Carmelo Fernández para concebir un parque en forma octogonal, con una glorieta en el centro, un cercado ornamental y alumbrado por 92 faroles en el interior y 14 en el exterior, además la incorporación de cuatro esculturas femeninas, llamadas las ninfas (alegóricas al comercio, la marina, las artes y la industria), y se rebautizó con el nombre de Plaza de la Concordia. Esta obra se inauguró el 6 de diciembre de ese mismo año.

Sin embargo, el vínculo con Simón Bolívar perduró y en 1905, ocurrió la consagración definitiva de la plaza a Simón Bolívar, con la colocación de la estatua ecuestre de El Libertador, realizada por Eloy Palacios y sobre un pedestal de concreto armado recubierto de piedra pulida. Esta obra de arte se convirtió en el símbolo indiscutible de la plaza y un referente para la ciudad.

Ubicada en el casco central de Maracaibo, exactamente en la avenida 5, entre calles 95 y 96, rodeada de edificios históricos, como el Palacio de Gobierno o Palacios de los Cóndores y rodeada por más edificios, sede de los poderes municipales, regionales y eclesiásticos.

El espacio cívico tiene forma rectangular y su origen se remonta a la época colonial, de la que se conservan sus dimensiones ajustadas, aunque su imagen actual es producto de una intervención a mediados del siglo XX, en 1973, que se procedió a su renovación con motivo del Sesquicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo. Los arquitectos encargados de la obra fueron: Aquiles Asprino, Cecilia Ferrer y Elke Hiuz. La nueva estructura dejó atrás la forma octogonal y cercada con verjas, por una moderna construcción de jardineras. En su interior hay 4 espacios claramente diferenciados en sus esquinas, provistos de 4 fuentes de agua que fungen como pedestales de esculturas femeninas o ninfa y le otorgaron un aspecto más contemporáneo.

A lo largo de su historia, la plaza ha sido escenario de innumerables eventos, desde manifestaciones independentistas hasta conciertos y festivales populares. Hoy en día, continúa siendo un lugar de encuentro para los marabinos, un espacio donde se respira historia y se celebra la identidad zuliana.

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