Luis Arráez llegó a 700 imparables en 579 juegos

Con el primero de los dos imparables que conectó en cinco visitas al plato durante el encuentro que los Padres perdieron 6-3 ante los Rockies la noche del pasado martes en San Diego, Luis Arráez llegó a 700 hits en su trayectoria de menos de cinco campañas y media en las Grandes Ligas.

Le tomó el hábil artillero yaracuyano de 27 años de edad un total de 579 juegos para alcanzar las siete centenas de indiscutibles, la segunda menor cantidad de desafíos entre los bigleaguers venezolanos después de los 572 juegos que necesitó José Altuve para conseguir esa cifra el 8 de junio de 2015.

Arráez ha ligado al menos un incogible en 8 de los 10 paridos que ha jugado con los Padres desde que llegó a ese club en un cambio con los Marlins el pasado 3 de mayo.

Este martes, en su primer turno ante el abridor canadiense de los Rockies, Cal Quantrill, dio el hit número 700 de su carrera en la primera entrada, un rodado fuerte por el medio del campo, y agregó el número 701, en el cierre del séptimo, otro cañonazo rastreros que detuvo el jardinero derecho, y sirvió para llevar al plato a Jackson Me- rrill con la segunda de las tres rayitas que marcaron los Padres en esa entrada.

Del 4 al 14 de mayo, en diez encuentros con el uniforme de los Padres. Arráez exhibe línea ofensiva de .317/.364/.366 con 5 carreras anotadas, par de dobles y 4 carreras empujadas.

Como quiera que desde que llegó a San Diego tanto sus compañeros de cueva como en el palco de prensa el venezolano ha sido comparado con el legendario Tony Gwynn, hay que señalar que en sus primeros 579 juegos con los Padres el ganador de 8 cetros de campeón bate, tenía 732 hits, 31 más que los que acumula Arráez.

Como quiera que desde que llegó a San Diego tanto sus compañeros de cueva como en el palco de prensa el venezolano ha sido comparado con el legendario Tony Gwynn, hay que señalar que en sus primeros 579 juegos con los Padres el ganador de 8 cetros de campeón bate, tenía 732 hits, 31 más que los que acumula Arráez.

Solo Altuve y Arráez han logrado reunir como mínimo siete centenas de indiscutibles en al menos 579 encuentros. En ese numero de juegos, por ejemplo, Miguel Cabrera, máximo hiteador criollo con 3 mil 174 imparables en 2 mil 797 juegos, tenía 672 a principios de abril de 2007, en la última de sus cinco campañas con los Marlins.

Otros tres criollos lograron conectar al menos 600 hits en sus primeros 579 juegos: Víctor Martínez (648), Bob Abreu (614) y Elvis Andrus (608)

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