La importancia de las finanzas en la educación de los niños

En un mundo cada vez más complejo y digital, la educación financiera es un pilar clave para contribuir al bienestar económico y el porvenir de la juventud. Según la Política Nacional de Inclusión Financiera, para alcanzar un futuro económico estable, es necesario visualizar como objetivo estratégico el acceso a herramientas educativas que fomente el adecuado manejo del dinero desde temprana edad, y con ello, analizar su impacto positivo en el desarrollo personal de las nuevas generaciones.

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En este sentido, de acuerdo con esta misma fuente, el Gobierno de México se ha propuesto que el 77.2% de los adultos tengan al menos un producto financiero y que el 85% de ellos, utilice una cuenta para realizar pagos en el 2024, como parte de su estrategia por formalizar la economía nacional.

No obstante, alcanzar este objetivo demanda enseñar el conocimiento financiero desde la niñez. Un ejemplo de estos esfuerzos es que actualmente existen más de 94,000 cuentas «AFORE niños» y más de 106,000 cuentas «Cetes Niños», cifras que muestran el interés creciente por ahorrar, y si bien, esto marca un paso importante, aún queda mucho por hacer si deseamos que las futuras generaciones sean capaces de emplear de manera responsable los productos financieros.

Con esto en mente, actualmente tanto los organismos gubernamentales como la banca incentivan la educación a través de videos didácticos, concursos de dibujo en pro de la educación financiera, simuladores y actividades que permitan estimular la conciencia del ahorro en niños y jóvenes.

Formación financiera desde la infancia

De esta forma, el acceso a servicios financieros desde una edad temprana ofrece muchas ventajas, entre las que destacan, adquirir hábitos de ahorro, administrar recursos, gastar de manera responsable y asegurar su estabilidad financiera y con ello, tomar decisiones más adecuadas.

Datos de Kids Corp, una empresa especializada en tecnología de datos, revelan que más del 66% de los niños mayores de 6 años ya identifican qué es el ahorro, mientras que el 13% ya deposita su dinero en cuentas bancarias y un 3% utiliza productos financieros, lo que demuestra que, con la educación adecuada y oportuna, los niños pueden comprender conceptos financieros.

Por dar un ejemplo de contexto global, países como Dinamarca, Finlandia, Noruega, Argentina, Estados Unidos, Francia, Australia y el Reino Unido ya han incorporado la educación financiera en sus sistemas educativos, y los resultados son notables.

Educación para enfrentar retos económicos

Además, naciones con una formación económico-financiera sólida han enfrentado de manera más responsable retos económicos, como la Gran Recesión de 2008, en comparación con aquellas naciones que no incorporan estas prácticas en sus distintos núcleos.

A pesar de este gran esfuerzo, en la mayoría de los países, la carga de la educación financiera aún sigue recayendo en el hogar. Por tanto, los padres juegan un papel fundamental al inculcar a sus hijos una actitud sana hacia el dinero.

Enseñar la organización de gastos en el hogar, inculcar el valor del dinero, promover el ahorro, enseñar la gestión del efectivo y ofrecer a los niños la oportunidad de ganar su propio dinero son fundamentos esenciales para el futuro.

La educación financiera temprana es esencial para el desarrollo de habilidades financieras sólidas en las futuras generaciones y es ahí, en donde todas y todos tenemos la responsabilidad de garantizar que los jóvenes adquieran los conocimientos necesarios para tomar decisiones informadas y enfrentar un mundo económico en constante cambio.

Con información de Scotiabank

 

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