La Catedral celebrará el 424° aniversario del milagro del Cristo de Maracaibo
La Cofradía del Santo Sepulcro, en unión con la Catedral de Maracaibo, se encuentra celebrando los cultos con motivo de conmemorarse un año más de la preservación milagrosa de la Santa Reliquia o Cristo de Maracaibo.
Fue la madrugada del 22 de julio de 1600 cuando los indígenas asediaron el pueblo de Gibraltar al sur del Lago de Maracaibo, incendiando su pequeña Iglesia en la que estaba la imagen del crucifijo, que de forma inexplicable y milagrosa salió ileso y se preservó de perecer ante el fuego.
Así lo describe Fray Pedro Simón en sus «Noticias Historiales», tan solo dos décadas después de los acontecimientos, siendo el dato de referencia que han citado los historiadores a lo largo de los siglos.
El próximo lunes 22 se realizará en la Catedral, a las 4:30 p. m., el rezo del Rosario, y a las 5:00 p. m., la Eucaristía Pontifical, presidida por monseñor José Luis Azuaje, arzobispo metropolitano de Maracaibo, concelebrando por el presbítero Silverio Osorio, párroco de San Isidro Labrador y quien fuese vicario parroquial de la feligresía catedralicia, y el presbítero Néstor Primera, párroco del Sagrario. En la capilla musical estará la Fundación La Providencia.
Está celebración viene realizándose desde hace ya 14 años, en la que se busca realzar esta fecha tan importante en la fe católica del Zulia, siendo impulsada en ese entonces por monseñor Jesús Quintero y por la Cofradía del Santo Cristo.
Se invita especialmente a los devotos y a la feligresía en general a participar, honrando y rescatando está devoción, que fue tan prominente durante la época colonial y bien entrado el siglo XX, debido a la cantidad de milagros y favores obtenidos a través del Milagroso Crucifijo.
Se espera celebrar con actos y cultos extraordinarios el 425° aniversario, en 2025, coincidiendo con el Año Santo que la Iglesia Católica celebra cada veinticinco años.
La Cofradía del Santo Cristo y del Santo Sepulcro hacen invitación a los que deseen formar parte de ella, venerando los misterios de la Pasión y Muerte de Cristo, viviendo la espiritualidad pasionista.
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