El empleado más antiguo de Disney celebra 62 años de servicio

En 1955, Hank Ameen y su esposa visitaron por primera vez Disneyland durante su luna de miel, sin imaginar que ese viaje cambiaría el curso de su vida. Lo que comenzó como una simple visita al primer parque temático de Walt Disney se transformó en una fuente de inspiración que lo llevaría a formar parte de la historia de The Walt Disney Company. Tres años después de esa visita, en 1958, Ameen decidió unirse al equipo de Disneyland como miembro oficial del elenco.

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Ese inicio marcó el comienzo de una relación que hoy, más de seis décadas después, sigue viva. Ameen, quien había servido en la Fuerza Aérea antes de trabajar en Disneyland, encontró en el parque no solo un lugar de empleo, sino una conexión emocional y profesional que lo impulsó a dedicar gran parte de su vida a la compañía. Con el tiempo, su amor por Disneyland y su trabajo en la atracción del Jungle Cruise consolidaron su lugar como uno de los empleados más leales y dedicados de la historia de Disney.

Gracias a su experiencia previa como barman, Ameen pudo destacar en su nuevo rol, en el que interactuaba con los visitantes, guiándolos a través de una aventura ficticia en la jungla. Esta labor no solo le permitió estar en contacto directo con los numerosos visitantes que llegaban a Disneyland, sino que también le dio la oportunidad de formar parte del núcleo de lo que, en ese momento, era una de las innovaciones más grandes en entretenimiento.

Durante sus primeros años, Ameen disfrutó de la dinámica del trabajo en el parque y fue testigo del crecimiento de Disneyland como un fenómeno cultural y turístico. Aunque su trayectoria en Jungle Cruise no fue difícil de manera continua, su paso por esta atracción lo conectó profundamente con la esencia de Disney y cimentó los pilares de lo que sería una relación profesional y emocional que duraría más de seis décadas.

Después de algunos años trabajando como capitán del Jungle Cruise, Hank Ameen decidió explorar una nueva carrera fuera de Disneyland. Aunque había encontrado satisfacción en su trabajo en el parque, sintió la necesidad de un cambio y se unió al Departamento de Bomberos de Garden Grove, una ciudad cercana a Anaheim, California. Así comenzó una carrera de 35 años como bombero, que lo llevó a dedicarse al servicio de la comunidad en situaciones de emergencia y riesgo.

Sin embargo, a pesar de su éxito como bombero, Ameen no pudo olvidar su conexión con Disneyland. Durante su tiempo en el cuerpo de bomberos, el parque seguía ocupando un lugar especial en su vida, al punto que decidió combinar ambas carreras. Mientras cumplía con su trabajo en Garden Grove, encontró la manera de regresar a Disneyland Resort en sus días libres, ocupando un puesto que le permitió mantenerse cerca del mundo de Disney que tanto valoraba.

Con el tiempo, consiguió un papel en el parque que combinaba su experiencia como bombero con su amor por Disney: se encargó de supervisar la seguridad pirotécnica durante los espectáculos de fuegos artificiales. Este puesto le permitió garantizar que los eventos de fuegos artificiales, uno de los grandes atractivos nocturnos de Disneyland, se llevarán a cabo de manera segura para los visitantes y el personal del parque.

Ameen equilibró ambas carreras durante muchos años, protegiendo tanto a los residentes de Garden Grove como a los millones de visitantes que acudían a Disneyland. Ese doble rol le permitió estar presente en algunos de los momentos más memorables del parque, manteniendo siempre su compromiso con la seguridad y el bienestar de los demás. Décadas después, su trabajo en la seguridad pirotécnica continúa, lo que refuerza su legado como un empleado dedicado que ha contribuido enormemente a la magia y la seguridad de Disneyland Resort.

Uno de los momentos más inolvidables en la larga carrera de Hank Ameen fue una interacción personal con el propio Walt Disney. Ameen nunca imaginó que llegaría a compartir una conversación privada con el fundador de la compañía, pero un día, mientras almorzaba en el parque, Disney se acercó a su mesa.

Sorprendentemente, no solo saludó a Ameen, sino que se sentó con él durante unos diez minutos para hacerle preguntas sobre su experiencia trabajando en el parque. “¿Qué te parece trabajar aquí? ¿Qué te parece la comida? ¿Qué podemos hacer para marcar una diferencia?”, le preguntó Disney, demostrando su interés por la opinión de los empleados sobre el funcionamiento del parque. Este breve, pero significativo encuentro quedó grabado en la memoria de Ameen como uno de los recuerdos más preciados de su vida, porque no solo simbolizaba el respeto y la humildad de Walt Disney, sino también la importancia de su propio papel en ese mundo mágico.

A sus 92 años, Hank Ameen ha alcanzado un hito sin precedentes al celebrar 62 años de servicio en The Walt Disney Company, lo que lo convierte en el empleado con más trayectoria en la actualidad. Este logro refleja su lealtad y dedicación inquebrantable, y también su amor por el mundo que Disney ha creado. Desde que se unió al parque en 1958, Ameen ha sido testigo de la evolución de la compañía a nivel global, siendo parte de su crecimiento.

A lo largo de estas más de seis décadas, Ameen ha ocupado diversos roles, desde capitán del Jungle Cruise hasta bombero encargado de la seguridad pirotécnica. En cada uno de estos puestos, mostró una gran capacidad para adaptarse. Este año, su aniversario número 62 en la compañía marca un récord impresionante, un ejemplo de entrega y constancia que lo ha convertido en una leyenda viva dentro del universo Disney.

Información de Infobae

 

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