CRU analiza proyecto de adecuación del Callejón de los Pobres

El presidente del Centro Rafael Urdaneta, arquitecto José Robles, recorrió la calle 99, mejor conocida como Callejón de los Pobres, junto a su equipo de proyectos y comerciantes, para verificar en sitio y con plano en mano, el proyecto que desde esa institución se levanta para reacondicionar los espacios.

 
«En esta visita estamos constatando tres cosas: la primera lo que son los drenajes obstruidos y que traen entonces desbordamientos de aguas residuales; la segunda, los accesos y los levantamientos perimetrales que se realizaron y que impiden el acceso a vehículos de emergencia y por último, la adecuación de las mesas para que exista un mayor confort pero que también permita la liberación de las fachadas de los edificios«, señaló Robles.
Durante el recorrido que se hizo los comerciantes plantearon varias inquietudes tales como el embaulamiento del canal de aguas servidas, la adecuación de la red eléctrica y la limpieza.

El presidente del organismo respondió a sus inquietudes y refirió que lo contemplaría en el proyecto a ejecutar pero advirtió que «la limpieza no es solo responsabilidad de los gobernantes, pasa porque cada uno sea responsable del espacio que usa y, lamentablemente, sé que muchos de los desechos que vamos a encontrar cuando hagamos la limpieza del drenaje son empaques plásticos que se generaron por mala disposición de los mismos, así que les pido que de ahora en adelante nos ayuden en eso».

Por su parte, el gerente de proyectos del CRU, arquitecto Freddy Acosta, dijo que el proyecto integral abarca la iluminación, así como la adecuación de aceras, brocales y calzadas «porque los sobre pisos que se hicieron también constituyen un problema que se debe solventar».
 
Responsabilidad.

Como se recordará el Centro Rafael Urdaneta es el ente rector en materia urbanística y de rescate histórico patrimonial por Decretos Presidenciales y su ámbito de acción se corresponde en 402 hectáreas que abarcan las parroquias Cristo de Aranza, Chiquinquirá, Bolívar y Santa Lucía.

«El Casco Histórico de la ciudad debe regresar al camino de su preservación y que pueda ser visitado por propios y extraños con seguridad y que los elementos visuales que encuentre sean los más cercanos a la representación histórica y no a una intervención de colores que, aunque visualmente sea atractiva, no es la patrimonial«,
afirmó Robles.
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