La Virgen de Chichinquirá recorrió el Casco Central entre cantos y fervor
La Virgen de Chiquinquirá salió en procesión este sábado a las 8.22 de la noche, alzada sobre los hombros de los Servidores de María.
En esta ocasión, la imagen estuvo adornada con un manto especial diseñado por el caraqueño Julio Mora, simbolizando la unión y la oración, y acompañado de una figura de la Virgen María y un mundo incrustado con cientos de cristales.
La Virgen también se engalanó con una variedad de flores exóticas en tonos cálidos, como lirios, rosas, hortensias y cymbidium.
Desde las 3.00 de la tarde, miles de feligreses comenzaron a congregarse alrededor de la Basílica Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, en un año donde se conmemoran 315 años de la renovación mariana y 82 años de la coronación canónica de la Virgen.
Monseñor Enrique Pérez Lavado, obispo de Maturín, presidió la eucaristía previa al descenso, describiendo a la Virgen como “madre de la esperanza” y resaltando su rol como guía hacia Jesús.
Usando una metáfora, Pérez Lavado afirmó: “María es la luna que nos alumbra, no con luz propia, sino como un reflejo perfecto de la luz que proviene de Dios”. El obispo también instó a los creyentes a mantener la fe y afirmó que Venezuela es “sanable” de sus aflicciones espirituales y materiales.
Mientras la Dama del Saladillo descendía, la música de Los Chiquinquireños, con clásicos de la gaita como “Qué gaita quieres que cante” y “El día de tu Bajada,” llenó el aire de alegría.
Al salir de la Basílica, los fuegos artificiales iluminaron el cielo en honor a la Reina Morena y los pétalos de rosas caían como una lluvia.
Las festividades continuarán el domingo con una procesión por el Malecón de Maracaibo, mientras se preparan otros eventos en su honor, como el Homenaje Gaitero el 8 de noviembre, la misa solemne el 18 de noviembre y el cierre de las fiestas el 30 de noviembre con el tradicional recorrido por las calles de Maracaibo, conocido como Aurora.