La transformación de un superhéroe: Christopher Reeve y su legado más allá de la pantalla

Hay personajes que hacen famosos a actores y actores que hacen personajes famosos. En 1978 Superman no es que fuera del todo un personaje desconocido, pero el actor que le daría vida en su salto a la gran pantalla se encargaría de que desde ese momento todo el mundo asociase su rostro al del superhéroe favorito de América. Ni los actores que lo han interpretado después o la galería de superhéroes que han salido en los últimos años pueden hacer tan siquiera sombra a la figura de Christopher Reeve, cuyo legado ha trascendido mucho más allá de su vida.

Sobre ese legado, y esa vida detrás del mito, indaga ahora Súper/Man: La historia de Christopher Reeve, un documental de DC Studios y Warner Bros, que explora la vida del actor, contando desde sus inicios en la interpretación hasta sus últimos días. Todo ello acompañado por los testimonios de su familia, pero también de estrellas que eran amigas de Reeve, como Susan Sarandon, Whoopi Goldberg o Glenn Close. También de diarios y vídeos íntimos del actor, para conocer no solo su parte pública, sino también la más personal, al hombre detrás del superhéroe, pero que terminó siendo igual o más inspirador que él.

Siguiendo el ejemplo de otros documentales biográficos de actores como Still: La vida de Michael J. Fox, esta película aspira no solo a hacer un retrato de la vida y obra del actor, sino además integrar dentro de ella el propio material de archivo de sus películas y diarios personales. Puede que en el documental del actor de Regreso al futuro funcionase aún mejor como explicación de la enfermedad del protagonista (Parkinson), pero este tampoco desluce a la hora de explicar cómo la enfermedad de Reeve no solo cambió su carrera y su vida, sino también de todos los que le rodeaban, e incluso de los que no, pero también tenían algún tipo de discapacidad.

Súper/Man: La historia de Christopher Reeve arranca donde arrancó la carrera del actor, con un casting que marcaría su carrera. Reeve se encontraba estudiando en la prestigiosa escuela de Julliard, donde coincidiría con otros grandes actores como William Hurt, Jeff Daniels o Robin Williams. Entre grandes obras de Shakespeare, el joven intérprete recibió la llamada para un casting en Londres. Resultó ser la primera gran película de superhéroes de la historia, y después de que se desechasen varios candidatos –Robert Redflord lo declinó, Bruce Jenner daba el perfil físico, pero no en cámara y otros como Arnold Schwarzenegger o Neil Diamond fueron rechazados-, dejando el camino allanado para Reeve. Su mayor reto se convirtió en estar a la altura de las exigencias físicas que demandaba el papel, y el actor se sometió a un duro proceso para llenar de músculos las mallas azules.

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