Reseña

También es conocido como el Palacio de los Cóndores (algunos lo llaman Palacio de Las Águilas). Este caserón de estilo neoclásico está ubicado al norte de la entonces Plaza Mayor de Maracaibo, hoy Plaza Bolívar. Empezó a construirse en 1841 durante el gobierno del general José Escolástico Andrade, pero fue más de dos décadas después, en 1868, cuando el general Jorge Sutherland inauguró el cuerpo principal y delantero del edificio, usando una llave de oro para abrir sus puertas por primera vez.

Tenía doble uso: además de ser la residencia particular de los presbíteros José María Angulo y Juan de Dios Castro, fungía de Casa Municipal y cárcel. De manera simultánea fue, también, residencia del señor Manuel Iriarte Lezama. El segundo cuerpo del Palacio se concluyó en 1890, casi medio siglo (49 años) después del inicio de la construcción (1890).

 

Ya entrado el siglo XX se hizo la remodelación más importante de la estructura: se cambió la fachada y se instalaron los grandes cóndores que hoy la identifican, obra del artista Hermes Romero Villalobos. En los mismos trabajos se reconstruyó y decoró el jardín interior, que pasó a llamarse Patio de los Leones por la fuente situada al centro, donde predominaban dos leones que escupían agua. Se reemplazó la escalera de madera y mampostería por una robusta e imponente de granito, que comunicaba la planta baja y el segundo piso. Se amoblaron todas las dependencias, especialmente el Despacho, el recibo presidencial y el salón de Recepciones, para lo que se importaron los muebles, vitrinas, estantes y alfombras desde Alemania. Esta remodelación fue realizada durante la administración del general Vincencio Pérez Soto y fue inaugurada el 19 de febrero de 1928; fecha que fue comprobada documentalmente y no la que aparece en frontispicio del edificio: 19 de diciembre de 1927. En la cornisa superior se estampó en altorrelieve la frase «Viva Gómez y adelante» junto con la fecha de inauguración de la restauración del histórico edificio.

La última reforma se inició en 1951 y duró diez años. Se eliminó el Patio de los Leones y se usó ese espacio para construir las oficinas necesarias para la gestión de un estado que crecía exponencialmente hasta la actualidad. Ya no están los leones, pero el Palacio de los Cóndores sigue siendo una de las edificaciones inconfundibles del centro de Maracaibo, junto con la Casa de la Capitulación, el Palacio Legislativo, la catedral, el Teatro Baralt y otras. El pasado 12 de marzo de 1981 se sustituyeron los cóndores, que estaban construidos en yeso, por unos de fibra de vidrio elaborados por el artista Luciano Celli.

 

El 7 de febrero de 1986, la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación lo declaró Monumento Histórico Nacional, mediante un decreto aparecido en la Gaceta Oficial No. 33.407, por su estilo neoclásico: arcos de media punta, columnas dóricas, estructuras sencillas, imponentes y simétricas, grandes ventanas y monumental apafiencia de joya arquitectónica. Presidentes y gobernadores del estado han tenido allí su sede, entre dictaduras, revoluciones y democracias, como testigo mudo del poder político del Zulia.

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