El Real Madrid se da un festín ante el Alavés y coge ritmo y sensaciones de cara a Wembley

Sin nada en juego a lo que la clasificación concernía, el Real Madrid se jugaba, en la visita del Alavés al Santiago Bernabéu, confirmar sensaciones y mantener la euforia, todo con vistas a ese partido ante el Borussia Dortmund el próximo 1 de junio. Y salió a la perfección. Goleada, buenos partidos de Vinicius y Bellingham, sensaciones inmejorables de Militao y Courtois y tres puntos más hacia la cuenta. El ritmo es de 99 puntos. Un equipo que ha pasado como un ciclón por el campeonato español.

Pese a no haber nada en juego a efectos clasificatorios, tanto Real Madrid como Alavés saltaron al césped del Bernabéu sin reservarse nada. Los blancos buscando mantener la forma y el ritmo antes de la gran cita de Wembley, mientras que los vascos queriendo mostrar, en el Bernabéu, el buen equipo que han sido a lo largo de la temporada y que les permite afrontar estos últimos partidos sin temor alguno.

Por lo tanto, Ancelotti no reservó nada. De hecho, salvo la ausencia de Rüdiger, es probable que en el once de la final sea este. Y también la ubicación en la que se dispusieron en el campo, la misma de la vuelta ante el Bayern, con Bellingham más tirado a la banda izquierda pero intercambiándose constantemente zonas de acción con Vinicius. Una fórmula con la que el brasileño se está mostrando imparable y el inglés puede participar más en el juego.

Así, con todo esto, a los 10 minutos de partido, Kroos envió al área uno de sus milimétricos envíos y Jude lo remató al fondo de la red. Recuperar al mejor Bellingham, de cara a la final de la Champions ante su exequipo, es volver a contar con el que fue el jugador de los primeros meses de la temporada.

Con esa primera ventaja ya garantizada, los de Ancelotti pudieron desmelenarse y dejar tramos de buen fútbol, sin estar sujetos a ataduras posicionales ni protegiéndose ante la pérdida. Sintomática la acción del segundo gol, con Camavinga yéndose arriba, desbordando en el área y asistiendo a Vinicius en boca de gol, que veía recompensado su gran inicio de partido.

Por parte del conjunto vitoriano, rebajada la euforia inicial, sin más propósito que disfrutar, dejaron alguna buena secuencia saliendo desde atrás, con ese doble pivote de tan buen trato con el balón que conforman Ander Guevara y Antonio Blanco, buscando al rapidísimo Samu Omorodion en punta.

Antes del descanso, con el reloj agonizando, el Real Madrid encontró una nueva oportunidad para correr, Bellingham liberó a Valverde en ventaja por el otro costado y el uruguayo resolvió con un violento disparo para sentenciar el encuentro antes de su ecuador.

La segunda parte arrancó con un susto de Militao llevándose la mano a la rodilla que se lesionó el pasado mes de agosto, pero fue tan solo un señuelo y el brasileño completó un gran partido midiéndose al exigente Omorodion. También destacó Courtois, con varias paradas de mérito, reclamando su puesto en el once de Londres.

Con el encuentro ya resuelto, Arda Güler dispuso de minutos para seguir maravillando a la parroquia blanca y Vinicius redondeó la noche con el cuarto gol, segundo suyo, tras una asistencia de Bellingham que confirmó el buen partido del inglés.

Güler completó la ´manita´ con otro tanto de la perla turca y Ancelotti se dio el gusto de hacer debutar en Liga al canterano Mario Martín. Todo buenas sensaciones en un Bernabéu que ya ha celebrado un título este año pero que, en vez de contentarse y regodearse en ello, no puede parar de pensar en la Decimoquinta de dentro de unos días. La forma de ser del Real Madrid.