Estudiantes, campeón de la Copa de la Liga Argentina por primera vez en su historia
Estudiantes de La Plata se hizo por primera vez en su historia con la Copa de la Liga Argentina. El club presidido por la Brujita Verón ha ganado el primer trofeo de la temporada, y ya son dos los que ha sumado durante su mandato en el club.
La final de Copa de la Liga comenzó con una falta a Guido Carrillo en los primeros diez segundos de partido. Sin embargo, los primeros compases iban a transcurrir sin problema con un Vélez que comenzaba a realizar las primeras intenciones de adelantarse. Un larguero de Ordoñez con un remate desde fuera del área comenzarían a inquietar a un Mansilla que sería uno de los héroes del partido.
La continuas internadas de Thiago Fernández por la banda derecha estaban haciendo estragos sobre Mancuso, que en muchas ocasiones se vería superado por la velocidad del extremo de 20 años. De hecho, fue el propio lateral que no lo estaba pasando bien en defensa, el que puso el primer gol del partido. Fue en una jugada ensayada en la que Cetré, que con un amago hacia fuera se la pasó a su compañero para que se sacara un remate muy lejano al que no pudo hacer nada Marchiori con la marea de jugadores que había. A pesar de los intentos de Vélez, finalmente no pudieron conseguir las tablas antes del descanso.
La segunda mitad comenzó muy táctica en ambos conjuntos, sin embargo, sería en el minuto 59 cuando estallaría la locura en el partido con la expulsión de Damián Fernández. El central argentino le propinó un codazo en la cara a Satré que fue visto por el árbitro Nicolás Ramírez y le mostró la cartulina roja sin dudar un segundo. Con esta expulsión parecía que se le ponía cuesta arriba a los de Gustavo Quinteros, aunque nada más alejado de la realidad.
El entrenador hizo entrar a Mammana y a Sarco para cubrir la defensa y aportar un poco más de velocidad en ataque y precisamente fue esto lo que le funcionó. Thiago Fernández vería perfectamente a su compañero recién entrado al césped y fue el delantero de 18 años, como si de un veterano se tratara, que se acomodó el balón con un amago a su pierna izquierda y metió un balón que fue levemente rechazado por Benedetti.
Sin embargo, el gol no fue el único premio de Vélez, pues unos minutos después, Pizzini llegaría a un gran balón que le dejaba solo frente al portero y fue también Benedetti el que le derribó. La falta del lateral izquierdo sería castigada con otra tarjeta roja y se quedaba el partido empatado a goles y a jugadores expulsados. El final de partido estuvo empañado por los continuos cambios de ambos entrenadores y las faltas tácticas que pausaron el ritmo del juego hasta irnos a la prórroga.
Los 30 minutos restantes no fueron de ningún equipo. Ambos lograban conservar la posesión y Correa fue el único que consiguió realizar una ocasión lo suficientemente clara para desequilibrar la balanza, pero con nulo éxito. Finalmente el choque se tuvo que ir a la tanda de penaltis para confirmar el ganador de la final.
Mansilla y Zuqui, héroes de los once metros
A pesar del paradón de Marchiori a Mancuso en el segundo penalti de la tanda, Matías Mansilla se haría grande para desviar el tercer y el cuarto penalti de Vélez, que dejaban a Ascacíbar como posible héroe de la final si hubiera transformado el penalti. Sin embargo, el ex del Stuttgart lanzó a la derecha de la portería donde el guardameta de Vélez se sacaría otra mano milagrosa para poner las tablas en el marcador.
Sería el joven de 17 años Montoro el encargado de tirar el sexto penalti, pero se topó con el guardameta del Pincha para volver a dejar en los pies de sus lanzadores la victoria de la final. En este caso sería Zuqui, que entró en la segunda parte por Sosa, el encargado de llevar la primera Copa de la Liga Argentina al barrio de La Plata.
Diario AS