El papa Francisco cancela su viaje a la COP 28 en Dubái por una gripe
El papa Francisco ha cancelado en la tarde del martes su viaje a Dubái para participar en la Cumbre del Clima, conocida como COP 28.
El Pontífice había anunciado hace algunas semanas su presencia en una cita de extremo interés para su agenda internacional, pero debido a su estado de salud los médicos que le asisten diariamente han desaconsejado fuertemente que emprendiera un viaje largo y exigente.
El lunes la Oficina de Prensa del Vaticano comunicó que el estado de salud del Papa era “bueno y estacionario” y se descartaba una pulmonía. Sufría una inflamación pulmonar que le ha obligado a cancelar algunos compromisos en los últimos días, pero ni siquiera se había perdido la visita de los obispos españoles este martes al Vaticano.
La noticia la ha dado la oficina de prensa del Vaticano a las siete y media de la tarde. “Aun habiendo mejorado el cuadro clínico general relativo a su estado gripal y a la inflamación en las vías respiratorias, los médicos han pedido al Papa que no efectúe el viaje previsto para los próximos días a Dubai, en ocasión de la 28ª Conferencia sobre el Cambio Climático.
El Papa ha acogido con gran amargura la petición de los médicos, pero el viaje está anulado”. El Vaticano asegura también que el Papa participará en la cumbre a través de alguna otra modalidad en cuanto se defina en qué debates tomará la palabra.
Francisco tenía un interés enorme en participar en esta cita. Desde su llegada al Vaticano ha marcado dos ejes irrenunciables sobre los que ha pivotado su pontificado: la inmigración y la ecología.
Bergoglio ha sido el pontífice más implicado en esta cuestión de la historia, llegando incluso a escribir y publicar Laudato Si’, una vasta encíclica sobre los peligros del cambio climático y las virtudes de cuidar el entorno natural en el que se desarrolla la vida humana.
Más allá de la idea científica que entraña, su novedosa posición ha sido también una punta de lanza política contra populismos y movimientos de ultraderecha que negaban los efectos devastadores de la contaminación para la Tierra. De hecho, su último documento apostólico, Laudato deum, arremetía contra ese tipo de movimientos reaccionarios.
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