Los vestidos de la Divina Pastora fuero hechos por María García de Fleury
Iniciándose el nuevo año civil se celebra la fiesta de la Divina Pastora, una advocación de la Virgen María traída a Venezuela, concretamente a Barquisimeto, por los padres capuchinos alrededor de 1740. La fiesta se celebra con una gran procesión que ha resultado ser la tercera procesión más grande, la primera es la de México, la segunda es Fátima y la tercera la Divina Pastora.
Esta procesión es un acontecimiento de suma importancia para los venezolanos, se celebró por primera vez el 14 de enero de 1856, cuando la población barquisimetana decidió sacar a la imagen en procesión para implorar el milagro de erradicar la creciente epidemia de cólera que se había desatado en Venezuela.
En el libro El arte de vestir a la Virgen, de José Ignacio Sánchez Rico, Jesús Romanoff y Antonio Bejarano, hay un análisis histórico completo de un camino de siglos de tradición de vestir a la Virgen, dado que las imágenes son detalla. Los feligreses del Estado Lara, en Venezuela, están pendientes siempre del vestido nuevo que usará la Divina Pastora para la procesión de más de siete kilómetros hacia la Catedral de Barquisimeto. En su caso, su vestido siempre tiene el mismo corte, lo único que cambia es la tela y el bordado, no hay un color específico con el que a ella la vistan, a diferencia de otras advocaciones marianas.
Cada año la imagen de la Divina Pastora junto al Niño Jesús se visten con trajes distintos y varían las personas que tienen a su cargo vestirlos. Por ejemplo, cuando la Legión de María cumplió 100 años, ellos fueron los encargados de vestirla y le colocaron un vestido inspirado en los emperadores bizantinos con los colores rojo y blanco, que son los colores con los que se identifica la Legión de María; Otro año la imagen lució un vestido en honor al Bicentenario del Nacimiento de Don Bosco, color celeste con capas, ese año el vestido se le incorporó un medallón hecho en bronce traído de Italia.
En el año 2016, la Divina Pastora para la procesión lució un vestido inspirado en el cuadro de Rembrandt titulado El Hijo Pródigo y a diferencia de otros años, en esa oportunidad se le entregó la labor del diseño y confección a 14 costureras a quienes les tomó tres meses llevar a cabo el atuendo. En otras ocasiones son diseñadores importantes que demuestran su devoción y agradecimiento entregando sus obras de arte.
En otras ocasiones, las autoridades eclesiásticas le otorgan a los feligreses de las zonas pastorales del estado Lara la oportunidad de vestir a la Virgen. Todos los años la Divina Pastora estrena un vestido elaborado por algunos de sus devotos. Solamente el año de la pandemia se repitió un vestido, pues la procesión se tuvo que hacer de forma virtual, para escoger el vestido se sometió a un concurso entre los fieles y escogieron el que se había utilizado en el año 2000.
Quienes tienen el honor de vestir a la Divina Pastora se tardan aproximadamente una hora en vestirla. Un dato curioso es que la Divina Pastora siempre lleva zapato, calza 36, su rosario está compuesto por 150 rosas de oro y un topacio que el Papa Benedicto XVI le donó.
Pero amigos, con diseñadores famosos o en el anonimato o con temas específicos o sencillamente buscando realzar su belleza, los feligreses honran todos los años a la Madre del Buen Pastor como la Divina Pastora, la Madre de Dios, y, con Dios, siempre ganamos.
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