La violencia y el acoso escolar atentan contra la salud mental y bloquean el aprendizaje

El Día internacional contra la violencia y el acoso en la escuela, incluido el ciberacoso, se celebra el primer jueves del mes de noviembre por decisión de los Estados miembros de la Unesco. El lema de este día para 2023 es «No al miedo: acabar con la violencia escolar para mejorar la salud mental y el aprendizaje».

En este sentido, la Unesco advierte que «un número significativo de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo se enfrentan a la violencia en la escuela y al acoso, incluido el ciberacoso, lo que repercute en su salud, bienestar y educación».

Se indica que ciertas experiencias de la violencia, el acoso y la discriminación en el entorno escolar pueden generar trastornos mentales e incidir sobre el aprendizaje. Además, «el sentimiento de seguridad en la escuela está estrechamente relacionado con una mayor salud mental y un mejor rendimiento educativo».

Desde la Unesco también se señala que después de la pandemia del COVID-19 aumentó la preocupación por el bienestar mental de los estudiantes. La celebración del Día internacional contra la violencia y el acoso en la escuela, incluido el ciberacoso, implica acciones para prevenir estas prácticas.

La organización sostiene que la violencia escolar está muy extendida y refiere la violencia física, psicológica o sexual e incluye la violencia de género, el acoso escolar y el ciberacoso.

Violencia y acoso
Uno de cada tres alumnos entre 11 y 15 años sufre acoso al menos una vez al mes, registra la Unesco. En este contexto, más del 36% de los educandos se ve afectado por una pelea física con algún compañero y casi uno de cada tres ha sido agredido físicamente al menos una vez al año. También, uno de cada diez niños sufre ciberacoso.

«Aunque se supone que las escuelas son entornos seguros y de apoyo para educandos y docentes, los datos demuestran que no siempre es así: cada año, en todo el mundo, mil millones de niños deben hacer frente a la violencia en las escuelas y en sus alrededores», advierte la Unesco.

Para hacer frente a estas situaciones, la Unesco junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef diseñó una guía para promover la salud mental y el bienestar a partir de un enfoque escolar y sistémico. De acuerdo con esta guía, «la salud mental no es simplemente la ausencia de enfermedad, sino un estado en el que los alumnos se dan cuenta de sus propias capacidades, pueden hacer frente a los factores estresantes de la vida normal, aprender bien, construir relaciones significativas y ser capaces de contribuir a su comunidad».

Leer el artículo completo en Diario Las Américas.

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