Gobernador se unió al pueblo zuliano en la Bajada de La Chinita
Entre oraciones y gaitas, la feligresía zuliana participó de la tradicional bajada del Sagrado Retablo de Nuestra Señora de Chiquinquirá, en un acto lleno de fervor Mariano que llenó a los presentes de amor, fe y esperanza cuando, de nuevo, nuestra Madre del Cielo, baja al encuentro de todos sus hijos.
El Gobernador del Zulia, Manuel Rosales Guerrero, junto con los miembros del Gabinete Ejecutivo, acudió a este encuentro esperado por la feligresía y que inician las Festividades en honor a nuestra venerada Chinita, patrona del pueblo zuliano, cuando se celebran 80 años de su Coronación Canónica.
Por más de tres siglos los zulianos han venerado a la Reina del cielo. «A la Madre de la bondad y la Misericordia que hoy vela por los más necesitados, por los que sufren, por los migrantes, por los maltratados, por los niños desnutridos, por las víctimas de los embates de la naturaleza, producto del cambio climático«, destacó durante la Homilía, Monseñor José Luis Azuaje Ayala , Arzobispo de Maracaibo.
Al finalizar la Eucaristía, Los Chiquinquireños, junto con el fervoroso pueblo, ofrecieron un amplio repertorio, mientras la Sagrada Dama de El Saladillo descendía desde su morada, para reencontrarse con sus hijos.
Una vez en el pórtico de la Basílica, nuestra Santa Patrona, en hombros de los Servidores Marianos, salió en procesión hacia el Monumento, construido en su honor, durante la primera gestión del Gobernador Manuel Rosales, como un regalo a la Madre del Cielo cuando se cumplieron 300 años de su aparición.
Cabe destacar que actualmente el Ejecutivo regional trabaja arduamente en la construcción, recuperación y modernización del Monumento a la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, anclado en el mismo lugar, donde María Cárdenas, La Elegida, gritó: ¡Milagro! ¡Milagro! Aquel 18 de noviembre de 1709.
Recordemos que la Tablita de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá recorrió más de 69 comunidades de la región, a propósito de los 125 años de la creación de la Diócesis del Zulia, convertida hoy en Arquidiócesis de Maracaibo.