Directorio Nacional de Pequeñas Ligas sancionará a responsables de hechos de violencia en los estadios
El Directorio Nacional de las Pequeñas Ligas de Béisbol de Venezuela (DN) anunció, mediante comunicado, que sancionará a los responsables de los hechos violentos que vienen presentándose en los estadios donde se desarrollan los campeonatos interligas, especialmente en instancias semifinales y finales.
La posición del DN publicada en sus redes sociales surge tras los actos violentos que se presentaron el pasado domingo en el estadio Misael Vílchez del municipio San Francisco, una vez que finalizó la serie semifinal de la categoría intermedia donde el equipo de Coquivacoa se llevó el pase al Campeonato Nacional tras derrotar al anfitrión 3-2.
«(…) el Directorio Nacional en pleno acordó revisar de manera minuciosa cada uno de estos caso con el objetivo de sancionar con todo el peso que nuestras normas y estatutos nos lo permitan a cualquier dirigente, miembro, presidente y demás participantes de ligas que se han visto o se vean involucrados en actos de violencia en cualquiera de las instalaciones que utiliza el movimiento y durante cualquier actividad que se desarrolle», se lee en el comunicado.
Ese día, domingo 14 de enero, las barras en las tribunas apoyaban a sus equipos de la mejor manera y así terminó el juego resultando en un gran espectáculo de béisbol con los niños de protagonistas, pero algunos adultos, quienes deben imponer el ejemplo para el buen comportamiento, protagonizaron una trifulca que acabó con la atmósfera de fiesta reinante e hizo temer un desenlace de muy negativas proporciones.
Hubo golpes, gritos, insultos, amenazas, improperios de todo tipo y «empujones» que pusieron en riesgo la integridad física de muchas personas, sobre todo de niños y adultos mayores.
Fue tal el nivel de violencia que los peloteros ganadores optaron por no celebrar, recoger sus implementos y marcharse lo más rápido posible del estadio para evitar riesgos.
Afortunadamente la situación no pasó a mayores y la intervención de otras personas, entre ellas miembros del Directorio Nacional, de la alcaldía de San Francisco y de la Pequeña Liga anfitriona lograron calmar los ánimos y reducir la confrontación, un hecho vergonzoso que quedó como muy mal ejemplo en medio de tan bonito espectáculo.
Fue notoria la agresividad de muy pocos individuos que debieron ser reducidos a la fuerza por otros fanáticos para evitar lo peor.
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