El agujero de ozono continúa sanando en 2024
El agujero que se abre anualmente en la capa de ozono por encima del Polo Sur de la Tierra fue relativamente pequeño en 2024, en comparación con otros años. Científicos de la NASA y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) proyectan que la capa de ozono podría recuperarse por completo para 2066.
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Durante el pico de la temporada del agotamiento de la capa de ozono, del 7 de septiembre al 13 de octubre, la superficie del agujero de ozono de 2024 ocupó el séptimo lugar como la más pequeña desde que comenzó su recuperación en 1992, cuando comenzó a entrar en vigor el Protocolo de Montreal, un histórico acuerdo internacional para eliminar gradualmente los productos químicos que agotan el ozono de nuestra atmósfera.
Con una extensión de casi 20 millones de kilómetros cuadrados (ocho millones de millas cuadradas), el área promedio mensual de la región de la Antártida donde ocurre el agotamiento del ozono alcanzó este año casi tres veces el tamaño del territorio contiguo de Estados Unidos. El agujero alcanzó su mayor extensión en un día el 28 de septiembre, con 22,4 millones de kilómetros cuadrados (8,5 millones de millas cuadradas).
El mapa anterior muestra el tamaño y la forma del agujero de ozono sobre el Polo Sur el día de su máxima extensión en 2024. Las pérdidas moderadas de ozono (en naranja) son visibles en medio de zonas de pérdidas de ozono más potentes (en rojo). Los científicos describen el “agujero” del ozono como la zona en la que las concentraciones de ozono caen por debajo del umbral histórico de 220 unidades Dobson.
El Protocolo de Montreal fue firmado en 1987 para eliminar gradualmente los productos y procesos a base de CFC. Los países de todo el mundo acordaron reemplazar los productos químicos con alternativas más respetuosas con el ambiente para el año 2010. La liberación de compuestos de CFC ha disminuido drásticamente tras el Protocolo de Montreal. Pero los CFC que ya están en el aire tardarán muchas décadas en descomponerse. A medida que los niveles de CFC existentes disminuyan gradualmente, el ozono en la atmósfera superior se recuperará a nivel mundial y los agujeros de ozono se reducirán.
“Para 2024, podemos ver que la gravedad del agujero de ozono está por debajo del promedio en comparación con otros años en las últimas tres décadas, pero aún falta mucho para que la capa de ozono se recupere por completo”, dijo Stephen Montzka, científico principal del Laboratorio de Monitoreo Global de la NOAA.
Los investigadores se apoyan en una combinación de sistemas para monitorear la capa de ozono. Estos incluyen instrumentos a bordo del satélite Aura de la NASA, los satélites NOAA-20 y NOAA-21, y el satélite Suomi NPP, operado conjuntamente por la NASA y la NOAA.
Los científicos de la NOAA también lanzan globos meteorológicos con instrumentos desde el Observatorio Atmosférico del Polo Sur para observar las concentraciones de ozono directamente por encima de sus cabezas. La concentración de 2024 alcanzó su valor más bajo de 109 unidades Dobson el 5 de octubre. El valor más bajo que se haya registrado en el Polo Sur fue de 92 unidades Dobson en octubre de 2006.
Las observaciones satelitales de las concentraciones de ozono realizadas por la NASA y la NOAA cubren todo el agujero de la capa de ozono, lo que puede producir un valor ligeramente menor para la unidad de medición Dobson más baja.
“Eso está muy por debajo de las 225 unidades Dobson que eran típicas para la cubierta de ozono sobre la Antártida en 1979”, dijo el químico investigador de la NOAA Bryan Johnson. “Por lo tanto, todavía queda un largo camino por recorrer antes de que el ozono atmosférico vuelva a los niveles anteriores a la llegada de la contaminación generalizada por CFC”.
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