Hoy se celebra el Día de Luis Aparicio y su leyenda

En Maracaibo, se festeja cada 11 de noviembre como el Día de Luis Aparicio, en referencia al número 11 de su uniforme. Es la única leyenda de nuestro beisbol venezolano que ingresó en el Salón de la Fama de las Grandes Ligas.

Aparicio es considerado por la prensa deportiva estadounidense como uno de los mejores y más veloces campocortos de todos los tiempos. Su trayectoria sirvió de inspiración a varios de sus compatriotas, como David Concepción y Omar Vizquel.

Sus primeros pasos en el béisbol profesional fueron con el Gavilanes BBC, equipo de Maracaibo perteneciente a la desaparecida Liga Occidental, una novena en la cual su tío fungía como dueño. El día de su debut, 18 de noviembre de 1953, en un juego entre Gavilanes y Pastora, Aparicio recibió de parte de su padre el bate, y al entrar al terreno a cubrir la ofensiva recibió su guante, a manera de homenaje donde el padre da el legado al hijo. Aparicio jugó en Venezuela durante 13 temporadas, en las que logró 393 imparables. En Venezuela además de jugar con Gavilanes también actuó con Leones del Caracas, Tiburones de La Guaira, Águilas del Zulia, Tigres de Aragua y Cardenales de Lara, actuando en una final como refuerzo de Industriales de Valencia.

Su debut en Grandes Ligas fue el 17 de abril de 1956, con los Medias Blancas de Chicago, temporada en la cual recibió el premio Novato del Año de la Liga Americana. Jugó con Chicago hasta 1963, cuando fue cambiado al equipo Baltimore Orioles, donde jugó hasta 1967. Al finalizar dicha temporada, Aparicio regresa a los White Sox donde jugó entre 1968 y 1970. Fue cambiado entonces a los Boston Red Sox, donde jugó desde 1971 hasta su retiro en 1973.

Los momentos de Luis Aparicio que lo hacen único

Aparicio abrió las puertas de Cooperstown por primera vez para su país, siendo el primer venezolano en ser exaltado al Salón de la Fama. Lo logró en su sexto año de elegibilidad, gracias a impresionantes credenciales, incluyendo nueve Guantes de Oro y 13 convocaciones al Juego de Estrellas.

El Grandes Ligas se estafó 506 almohadillas, alcanzando un tope personal de 57 en 1964. Ése fue su último de nueve años seguidos liderando la Liga Americana en robos. Fue tan efectivo que cuando daba un sencillo y luego se robaba la segunda, se le conocía como “un doble a lo Aparicio”. 

Participó en 2,583 juegos en el campo corto, líder histórico hasta que fue eclipsado por su compatriota Omar Vizquel en el 2008. El padre de Aparicio y uno de sus tíos lo formaron con dedicación y durabilidad, algo que demostró Luis al disputar más de 150 juegos en ocho temporadas diferentes. 

Aparicio se quedó corto del título de Serie Mundial en 1959 con los “Go-Go” White Sox, perdiendo en el Clásico de Otoño ante los Dodgers en seis juegos. Pero fue de gran importancia para los Orioles de Baltimore, que lo adquirieron en un canje de seis jugadores antes de la temporada de 1963. En 1966, Aparicio sumó 182 imparables, igualando al ganador de la Triple Corona y compañero de equipo, Frank Robinson, por la segunda mayor cantidad en la Americana. Los Orioles ganaron el banderín del Joven Circuito y luego vencieron a los campeones defensores Dodgers en cuatro juegos para ganar de manera sorpresiva la Serie Mundial. 

El oriundo de Maracaibo regresó a los Medias Blancas en un cambio de cinco jugadores antes de la temporada de 1968. Aplicando las métricas modernas, Aparicio era un talento que trascendía los tiempos. Fue el líder de los torpederos de la Americana en alcance entre 1968 y 1969.

Aunque estaba cerca del final de su carrera, nadie hubiese imaginado que Aparicio tendría la producción que tuvo ese año. Quedó en el cuarto lugar de la Liga Americana con un promedio de .313 y tuvo 86 anotadas. Fue lo suficientemente bueno para quedar de 12mo en la votación para Jugador Más Valioso de la Liga Americana, a pesar de que Chicago terminó en el sótano. 

Aparicio reemplazó a su coterráneo Alfonso “Chico” Carrasquel como el paracorto de los Medias Blancas para la campaña de 1956 y logró impresionar a los espectadores de inmediato. Aparicio terminó con promedio de .266 y fue líder en robos de base en la Americana con 21 y en toques de sacrificio con 14. Fue el primer venezolano en ganar el premio al Novato del Año.

Acumuló 16 sólidas temporadas consecutivas con al menos 500 visitas al plato, reflejando su valor en la alineación. Un dato impresionante; nunca defendió otra posición que no fuera la del campo corto. 

Aparicio fue parte de un grupo de estrellas internacionales que fue homenajeado en el Juego de Estrellas del 2001. Junto al puertorriqueño Orlando “Peruchín” Cepeda, el dominicano Juan Marichal, el cubano Tany Pérez y el canadiense Ferguson Jenkins, Aparicio realizó uno de los lanzamientos ceremoniales. 

También hizo el primer lanzamiento previo al Juego 1 de la Serie Mundial del 2005 –el primer Clásico de Otoño para los Medias Blancas desde que el venezolano defendía las paradas cortas.

Con info de MLB.

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